Se basa en el reconocimiento, de que el cumplimiento de los objetivos de desarrollo y, en consecuencia, el ejercicio pleno de derechos económicos, sociales y culturales de la población, depende no solo de la medida en que se cumplan resultados concretos relacionados con mejores condiciones de vida sino también de la forma de implementar estos cambios. El modelo de intervención de FAUTAPO rescata ambos criterios – resultados y procesos – y los aplica en diferentes niveles. Las personas como actores de su propio desarrollo se encuentran en la base de este enfoque, aunque articulados a un territorio que los conecta a su entorno. La manera en que se logra esta articulación define también la calidad de su vinculación con una serie de mercados.